Curso: Lo Trágico en la Adolescencia

Profesor: Mario Elkin Ramírez

Protocolo de la clase del 20 de agosto de 2015

Realizado por: Estefanía Montoya Quintero

Se da inicio de la clase con la lectura de una relatoría que estaba atrasada del día 11 de agosto, seguidamente un compañero realizó su exposición sobre las “Contribuciones para un debate sobre el suicidio” de Sigmund Freud de 1910. El compañero explica que en el texto Freud, considera que el suicidio en los adolescentes se ve vinculado a los traumas que desarrollan en la vida, los cuales son sustituidos en la escuela, es decir, se reemplaza allí ante  los estudiantes los traumas vividos. Además considera a la escuela como aquel lugar donde se libran ya relaciones exogámicas, por ende considera que ésta no debe sólo buscar la manera de evitar que los adolescentes se suiciden, sino de conducirlos hacia el placer de vivir, despertando en ellos el interés por el mundo en el que habitan. La escuela puede ayudar a lograr esto, brindando gran apoyo, ya que es la adolescencia una etapa de inmadurez, en la que se libra una batalla por romper relaciones o vínculos con el hogar y la familia.

En este simposio también se hace referencia a otro de los factores que conduce al suicidio, siendo estos el vencimiento de la pulsión de vida, la cual se ve mermada principalmente por el fracaso de la libido, por la renuncia del yo, por el agobio, la melancolía y el duelo; considerando estos factores como pérdidas conscientes e inconscientes, externas e internas del sujeto.

Terminada la exposición del compañero, se prosigue con la lectura de la relatoría del día 18 de agosto, finalizada esta lectura el profesor Mario Elkin continuó con el tema “La psicología del colegial” de Sigmund Freud de 1914; hace una breve lectura de texto para luego proceder a explicar lo leído. Esta explicación se desarrolló en base a lo siguiente, los primeros seis años de la infancia son considerados como la época en la cual se han afianzado los lazos y tonos afectivos con las personas del mismo sexo y con las del sexo contrario, pudiendo ahora desarrollarlas y enfocarlas en diferentes direcciones, por consiguiente, lograr un determinismo psíquico.

Además explica que cada vivencia deja unas marcas, las cuales son conocidas como imagos,  quienes se reproducen y organizan de acuerdo al momento. Freud tomó este término del título de la novela biográfica de Carl Spitteler, escrito suizo y premio nobel de literatura. Inspirado en este término Freud creó en compañía de otros una revista cuyo nombre puesto fue Imago, así mismo le dio una identificación mayor, es decir, una categoría de concepto y una reestructuración de su significado.

Para poder entender de qué se trata esto, el docente explica la diferenciación entre imago e imagen, siendo la imagen, lo móvil, lo cambiante, lo variable, mientras que imago se entiende como aquella dimensión fija, inmóvil, como lo real del imaginario, así mismo es considerado como archivos que guardan las relaciones con la familia y los que lo rodean, acá se fija la índole y los tonos afectivos, que posteriormente se tenderán a reproducir o que determinarán su actuar con el otro.

Es en esta parte de la clase un compañero interviene para hacer una pregunta al profesor, sobre la posibilidad de que el imago sea más del aspecto filogenético que de las relaciones con los otros, a lo que responde haciendo una referencia sobre la ambivalencia y sobre los arquetipos de Carl Jung, que vienen siendo posibilidades heredadas de representaciones. Acá nos hace una breve contextualización sobre quién era este personaje, contándonos que era uno de los grandes arqueólogos de las religiones, y que Freud se distanció de él porque se encontraba muy influenciado por la mística lo que lo alejaba de la rigurosidad científica, pues consideraba la libido como un energía psíquica de naturaleza universal, relacionada también con el cosmos.

Después de esta explicación, el profesor Ramírez continuó diciendo que cada nuevo objeto que aparece en la vida es reencontrado, y que a la vez se convierten en los sustitutos de los primeros objetos afectivos. Por eso se entiende que cada nueva relación se piensa como una vieja relación, que  se trata de representar los vínculos primarios. Cada sujeto suele asociar con un imago infantil a otros, de acuerdo a esto se trata al otro de manera amorosa u odiosa, es decir, se suele hacer una transferencia en el otro ya sea de simpatías o antipatías, esta son  conocidas como huellas mnémicas. Respecto a todo esto se afirma que las tres pasiones que mueven el ser son el amor, el odio  y la ignorancia.

Considerando de gran importancia a la ignorancia, esto no quiere decir que las anteriores no la tengan. El profesor Mario Elkin nos explica que lo valioso de la ignorancia es que al no saber, al haber un agujero o un vacío en el conocimiento se motiva al sujeto a la búsqueda de éste, acá hace referencia a Cantinflas  y nos menciona que “la falta de ignorancia es lo que le hace falta a los académicos” pues creen saber todo convirtiendo esto en un gran error. También nos recuerda al gran académico Estanislao Zuleta y su texto el Elogio de la dificultad, como así mismo a Lakan quien nos habla de una docta ignorancia, es decir, de una ignorancia ilustradora, que no rechaza el saber.

Retomando el tema inicial nos explica que para Lacan, no se llaman en sí imagos sino que son complejos inconscientes que salen a la luz en cualquier momento; Lacan relaciona a Edipo con el padre, al destete con la madre  y a la intrusión con  los hermanos. Y  dice que lo que transmite la familia no son los genes sino los complejos. Esta aseveración llevó a que el profesor hiciera una socialización de los tipos de familias en el tiempo y sus transformaciones, pero destacando que lo único que permanece es la estructura, lo mismo que los complejos.

Acá se hace referencia al texto Tótem y tabú de Freud, en donde se dice que la familia se creó como hordas. El docente nos cuenta la historia de los hijos que matan y devoran al padre por haberlos mandado al ostracismo, una acción impulsada por el odio y el amor, pero que después de efectuado este acto les surge un problema, el que nadie puede ocupar el lugar  del padre primordial, debido a que cada uno podría correr con la misma suerte del padre, de aquí que se dé surgimiento del contrato social, de ese pacto que elimina o deja amortiguado el problema del padre, es en este contrato donde se da la repartición de las mujeres, la creación de estructuras de parentesco y la aplicación de tótems para la diferenciación (en nuestro presente los apellidos), y además la prohibición del incesto, lo que impulsa a relaciones exogámicas, lo que generó la creación de bases fundamentales que aún conserva la sociedad, por ejemplo el no matar, el no desear la mujer del prójimo, entre otros. Todo esto viene ligado a una referencia patriarcal que se mantiene en el tiempo.

Siguiente clase:

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