La Proton Pseudos Histérica
Valeria Acosta Isaza
Relatoría de la clase de fundamentos de psicoanálisis del 19 de septiembre.
Profesor: Mario Elkin Ramírez
Comienza un capitulo nuevo de esta que más que una clase, a mi juicio es como una historia de suspenso, donde se relatan las maravillosas aventuras de un personaje un tanto complejo y controvertido, Sigmund Freud, y como creo toda una teoría y un método terapéutico basado en la curación por la palabra: El psicoanálisis.
Se comenzó entonces con la relatoría del episodio pasado, es lo mismo de cuando ves un programa de televisión y te dicen “en el capítulo anterior”, es una manera de volver a coger el hilo de esta historia. Entonces retomábamos la explicación de las tres capas del aparato psíquico (la conciencia, la pre conciencia y el inconsciente) y su similitud con el estudio de la arqueología ya que era como escavar en la mente para encontrar vestigios del pasado. Freud comienza a detallar en sus consultas, los silencios, las interrupciones, los lapsus, olvidos y a reconstruir acontecimientos pasados a partir de recuerdos o de olvidos.
Tomando lo anterior como base, nos sumergimos en la historia de Emma, una paciente de Freud de 20 años de edad, ella tenía miedo de entrar sola a las tiendas y cuando Freud le pregunta que se le venía a la mente con esta fobia, ella le cuenta un recuerdo de cuando tenía 14 años (en este momento entramos en el preconsciente ya que ella está recordando algo) y entro a una tienda donde habían dos vendedores que se estaban riendo según ella, de sus vestidos. Lo que hacía un poco más incómoda la situación, era el hecho de que uno de estos vendedores le atraía a Emma. Para este punto de la historia creo que a muchos nos parecía ilógico que este suceso tan insignificante, causara en ella un trauma tan grande.
Pasaron varias citas, y ya habiendo establecido una confianza entre Emma y Freud, ella recuerda que cuando tenía 6 años, entro a una pastelería donde en varias ocasiones, el pastelero a través de sus vestidos, le manoseaba los genitales mientras se reía con una risa sardónica o perversa. Este recuerdo se encontraba en el terreno del inconsciente, reprimido.
Estos recuerdos tienen una conexión directa: El hecho de estar sola, las tiendas, los vendedores, las risas y los vestidos
Ahora bien, la duda que se nos presentaba a muchos era el hecho de que este suceso hubiera ocurrido a los 6 años de edad pero, el trauma ósea, el miedo a entrar a las tiendas sola, haya aparecido a sus 14 años…La respuesta a esta duda es precisamente el tema de esta clase: La mentira histérica, se trata entonces de un recuerdo encubridor donde se retiene inconscientemente la información. Los síntomas comienzan a los 14 años porque antes no había una madurez que posibilitara la compresión de esta acción sexual de la cual había sido víctima a los 6.
Posteriormente Freud comienza a darse cuenta que habían casos similares en la histeria donde los síntomas se relacionaban con recuerdos pasados, de la infancia, reprimidos en el inconsciente y de carácter sexual, es entonces donde aparece la formula etiológica (construcción de las causas de un síntoma). Y cuando las pacientes contaban este recuerdo reprimido (trauma), los síntomas desaparecían y se curaba.
Hasta ahora todo parecía muy fácil de comprender, pero no, este maravilloso mundo del psicoanálisis no es tan sencillo…. Resulta que Freud comenzó a escuchar historias y casos que no correspondían a recuerdos o acontecimientos reales sino a fantasías. Estas fantasías tenían el mismo valor que un hecho real, se trataba de recrear algo imaginario a partir de cosas reales: y todo esto provoco una replantación de la formula etiológica ahora se trataba de que detrás de todo síntoma hay una fantasía o un recuerdo de tipo sexual, infantil e inconsciente. Estas fantasías inconscientes se entiendes como cosas inconfesables a la conciencia.
Y como en toda historia de suspenso quedamos a la expectativa de que estas fantasías se pueden deber a algo llamado complejo de Edipo, pero esto no me corresponde contarlo a mí, por eso como diría nuestro profesor, los invito a que no se pierdan la próxima relatoría.
Muchas Gracias