Profesor: Mario Elkin Ramírez
Estudiante: David Uribe
Martes 10 de diciembre, se da comienzo a nueva sesión de diálogos e historias, en las que cada una de ellas se experimenta y pone a prueba el poder del asombro con todo lo sucedido.
La compañera Valeria Acosta, da por empezado la sesión con una exposición sobre el texto “La dinámica de la transferencia” de Freud, siendo este tema algo decisivo en el que el autor comprendería unos de los pasos importantes para la cura de sus pacientes histéricas, definiendo la transferencia como “El tipo de vínculo que se establece entre el paciente y el analista, en el cual el primero proyecta afectos y emociones inconscientes , ayudando o imposibilitando la dirección de la cura” explicando también que esto se podía realizar de mejor manera en personas neuróticas que psicóticas, teniendo en cuenta de que estas últimas tienen ciertas distorsiones con la realidad y la cura con la palabra no sería lo suficientemente efectiva.
El psicoanálisis o como también como lo llamo Freud “Metapsicología”, este, refiriéndose a aquellas enfermedades que van más allá de lo físico, es decir, a lo que no se puede ver o palpar propiamente, pero en la que se analiza una patología que se observa por medio de acciones y comportamientos en la persona, determinando así la enfermedad; clasificando también al individuo enfermo en:
- Neuróticos: Obsesivos e histéricos
- Psicóticos: Fuera de la realidad, autistas y paranoicos, esquizofrénicos, melancólicos
- Perversos: Sin culpa, masoquistas.
Además, estudiando a estos individuos en varios aspectos metapsicológicos como:
- Tópico: Lugar (Inconsciente, consiente, preconsciente)
- Dinámico: Movimiento
- Economía: Cantidad (libido)
Retomando y finalizando la discusión sobre la Transferencia, como la compañera Valeria señalo, cuando menciono que esta puede ser un “arma de doble filo” refiriendo a lo bueno y lo malo que puede llegar hacer esta transferencia, permitiendo hallar la cura o por el contrario teniendo que remitir a otro profesional en el área a esta paciente, por su comportamiento excesivamente afectivo y no permitiendo el avance en la terapia.
“Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.”
Sigmund Freud.