Profesor: MARIO ELKIN RAMÍREZ
Estudiante: ZULEIMA CAICEDO VILLALOBOS
Relatoría de la clase del 31 de Enero de 2014
OCTAVO PRINCIPIO:
La formación del psicoanalista no puede reducirse a las normas de la formación de la universidad o a las de la evaluación de lo adquirido por la práctica. La formación analítica desde que fue establecida como discurso, reposa en un trípode: seminarios de formación teórica ( para-universitarios), la prosecución por el candidato psicoanalista de un psicoanálisis hasta el final( de ahí los efectos de formación), la trasmisión pragmática de la práctica en las supervisiones( conversaciones entre pares sobre la práctica), durante un tiempo, Freud creyó que era posible determinar una identidad del psicoanalista. El éxito mismo del psicoanálisis, su internalización, las múltiples generaciones que se han ido sucediendo desde hace un siglo, han demostrado que esa definición de una identidad del psicoanalista era una ilusión. La definición del psicoanalista incluye la variación de esta identidad. La definición es la variación misma. La definición del psicoanalista no es un ideal, incluye la historia misma del psicoanálisis y de lo que se ha llamado psicoanalista en distintos contextos del discurso.
La nominación del psicoanalista incluye componentes contradictorios hace falta una formación académica, universitaria, o equivalente, que conlleva el cotejo general de los grados. Hace falta una experiencia clínica que se trasmite en su particularidad bajo el control de los pares. Hace falta la experiencia radicalmente singular de la cura. Los niveles de lo general, de lo particular y de lo singular son heterogéneos. La historia del movimiento psicoanalítico es la de las discordias y la de las interpretaciones de esa heterogeneidad. Forma parte, ella también, de la gran conversación del psicoanálisis, que permite decir quién es psicoanalista. Este decir se efectúa en procedimientos que tienen lugar en esas comunidades que son las instituciones analíticas. El psicoanalista nunca está solo, sino que depende, como en el chiste, de otro que le reconozca. Este otro no puede reducirse a otro normalizado, autoritario, reglamentario, estandarizado. El psicoanalista es aquel que afirma haber obtenido de la experiencia aquello que podía esperar de ella y, por lo tanto, afirma haber franqueado un “pase” como lo nombro Lacan. El “pase” testimonia el franqueamiento de sus impases. La interlocución con la cual quiere obtener el acuerdo sobre ese atravesamiento, se hacen dispositivos institucionales. Más profundamente, ella se inscribe en la gran conversación del psicoanálisis con la civilización. El psicoanalista no es autista. El psicoanalista no cesa de dirigirse al interlocutor benévolamente a la opinión ilustrada, a la que anhela conmover y tocar en favor de la causa analítica.
Durante la exposición del octavo principio se enfatiza en la formación del psicoanalista, retomando la historia de los orígenes de la Universidad que de inicio aparece en la sociedad medieval con Santo Tomás, quien inicia leyendo la Biblia en espacios públicos y ahí donde aparece la cultura del Libro y su interpretación a través del tiempo la universidad se fundamenta en burocracia en la organización y estructura del poder caracterizada por procedimientos, normas, lineamientos donde son evaluados todos los pasos del participante para poder tener una identidad profesional.
Desde la psicología se realiza una formación práctica, técnica y teórica de conceptos del qué hacer donde constantemente se evalúa y son supervisados.
Se retoma el origen del psicoanálisis a Sigmund Freud como padre; hijo de padres judíos se traslada a vivir a Viena donde realizó estudios de medicina, neurología y cuando fue a enseñar a la Universidad, no pudo porque debía tener título de profesor lo cual a él le llegó cuando era un anciano. Por esa circunstancia e historia hizo que el psicoanálisis floreciera en la casa donde Freud con amigos y pacientes se reuniera en grupos y formara la sociedad de amigos de Viena, se reuniera leer libros, artículos, revistas y a debatir ideas se hace representativo un grupo de siete seguidores de Freud los cuales eran identificados por anillos, aparece por primera vez la figura de la mujer con Melanie Klein quien aportaba a la clínica con niños.
Se enfatiza en la formación psicoanalítica a partir del discurso, actas de discusiones, debate de ideas y el saber de la teoría psicoanalítica.
Se puntualiza la importancia que el psicoanalista debe pasar por análisis, saber que no es aprender un dogma debe de leer a Freud, leer a Lacan por eso existen seminarios, congresos y eventos donde se les pide a los psicoanalistas estar actualizado en las escuelas.
El psicoanalista en formación debe ser analizado y saber de su análisis porque es ahí donde se ven los efectos de la formación que se juzga por las consecuencias donde se ven los efectos a partir de la singularidad.
Es a través de la transmisión pragmática de conversación de pares y de práctica de interactuar con el otro la cual es interminable.
Freud era el analista quien autorizaba el analista y su criterio es qué crean en el inconsciente.
Lacan desde su propio análisis se autoriza de si mismo y de algunos otros el psicoanalista en formación se direcciona a la singularidad del sujeto que ha podido llevar su análisis hasta el final.
En la nominación del psicoanalista hace referencia a tres aspectos en lo académico, la formación clínica y el pasaje por la experiencia analítica. Son tres modos de vivir el psicoanálisis y esto ha permitido de alguna manera una serie de discusiones interpersonales y aportes de posicionamientos en cada una de las escuelas psicoanalíticas.
A partir del surgimiento de la teoría psicoanalítica se presentaron puntos de encuentro y debates en los cuales se evidencio crisis, distanciamientos, malestar, los cuales generaron construcciones conceptuales aportando aplicaciones múltiples al psicoanálisis.
Es de resaltar los cinco pilares de la civilización la política, la lógica, la biología, la ética y la estética los cuales han sido subvertidos al campo psicoanalítico.
Lógica: donde Freud hace referencia a la lógica de los procesos psíquicos inconscientes, Lacan propone la lógica del significante para dar cuenta de que el sujeto del inconsciente es lo que representa un significante, la ética: compromete al psicoanalista a una relación con lo verdadero a una responsabilidad subjetiva, según Freud va construyendo y atravesando el fantasma y según Lacan va haciendo uso del síntoma y haciendo velar la dirección de la cura y el final del análisis.
La política: cuando se logra posesionar al psicoanálisis en el discurso de la neurociencia y la medicina y la contribución a los malestares de la civilización contemporánea.
Biología: Para Freud la biología en el psicoanálisis hizo muchos aportes como la capacidad de producir ciertos químicos con fines psíquicos que responde al deseo o síntoma. Lacan insiste en distanciarse y propone al goce como producto del lenguaje.
Estética: Freud la sublimación como destino de la pulsión una manera de materializar la fantasía sin objeto, retoma al objeto de la estética y a los efectos.
Dentro de la transmisión del conocimiento se ilustra sobre la AMP la asociación mundial del psicoanálisis tiene por objeto promover el desarrollo del psicoanálisis por el mundo. Creando espacios donde se impulsa la lectura, la escritura, el análisis, la interpretación y la conformación de grupos de participantes los cuales a través del discurso comparten ideas y construyen conocimientos a partir del interactuar con los otros y la gran importancia de estar actualizándose en seminarios, congresos y eventos en todo el mundo.
Se especifica que en estos grupos o conversaciones de pares no hay estándares es un conjunto de heterogeneidad es de rescatar que el analista solo no puede existir porque depende del otro social que lo reconozca.
BIOGRAFÍA
- (1)Psicoanálisis y civilización: la gran conversación autor: Aldo Ávila 13-10-2011.
- Walpol.org/es/acercamp/template-asp?archivo=escuela_una/documentos/ocho_textos/portillo.htm
Vídeo enlazado: Octavo Principio