Curso: “Introducción al psicoanálisis”

PROFESOR: Mario Elkin Ramírez.

PROTOCOLO del  2 de Febrero 2016

ESTUDIANTE: Lina Marcela López Córdoba.

En la clase  se hizo un recorrido por la evolución de Simund Freud, el autor de las conferencias de introducción al psicoanálisis, que será el documento que trabajaremos lección por lección durante todo el curso.

El profesor da inicio a la clase con una pequeña bibliografía de Freud quien fue un médico judío nacido en 1856 en un pequeño pueblo llamado Moravia, pero que en su adolescencia migró a Viena junto con su padre, con el propósito de que este pudiera realizar sus estudios. En esa época, la situación no era favorable para los judíos, se estaba en una transición entre el feudalismo y el capitalismo por lo que los judíos no podían tener tierras, así que la única forma de obtener riquezas era el dinero mismo, es decir, los negocios, debido a esto su padre fue un vendedor de telas, no con mucho éxito. Pero no terminaba allí, tampoco los judíos tenían derecho de estar en la universidad; pero el emperador José, del imperio austro-húngaro implantó unas leyes que los favorecían y les permitía estudiar profesiones liberales, las cuales eran sólo dos: el derecho y la medicina.

Sigmund Freud eligió la medicina que la que, en los primeros años estudiaban fundamentos filosóficos, y  en un segundo momento si se centraba en la medicina. Cuando terminó sus estudios en medicina se especializó en Neurología (enfermedades nerviosas) y  pasó más de siete años en un laboratorio por lo que su formación fue muy científica, dirigida por la objetividad y la observación. Sus profesores de fisiología al mismo tiempo eran físicos y creían que ahora la medicina debía dejar de ser metafísica, para estudiar las fuerzas físico-químicas. Hasta entonces la medicina segía las enseñanzas de Hipócrates, médico Griego, que pensaba que el cuerpo estaba compuesto por los mismos elementos de la físis (tierra, aire, agua, fuego) de donde surgieron diferentes teorías del cuerpo humano y que se alejaban bastante de lo que actualmente es la medicina. El cambio empezó después de la gran revolución científica a finales del siglo XIX, en el que se tomaron serias decisiones que dieron un giro a las “ciencias duras” como eran llamadas anteriormente.

El profesor continúa diciendo que cuando estuvo cercano a graduarse de su especialización, Freud tuvo que decidir si se dedicaba a la investigación o si se dedicaba a la clínica, él eligió la clínica por consejos de sus profesores, porque era lo que correspondía a un caballero burgués y lo que le ayudaría a establecer mejor una familia con su enamorada.  El profesor agrega, que para ese tiempo, Freud alcanzó a escribir un texto de neurología llamado «Proyecto de psicología científica para neurólogos», que todavía es muy leído porque sirvió como base para descubrir toda la neurología de hoy.

Cuando abrió su consultorio empezaron a llegar, en su gran mayoría, mujeres de la burguesía judía que iban a que les revisaran sus nervios, pero luego de que se les hacía todos los estudios físicos, Freud empezó a darse cuenta de que en algunos casos no había ningún tipo lesión en el cuerpo, es decir que los nervios o las crisis no eran causadas por ningún golpe o contusión y fue en ese momento en el que fue pionero escribiendo sobre las parálisis o crisis orgánicas e impedidas con la conclusión de que no se trataba de solo de simulaciones de sus pacientes para obtener beneficios, sino de enfermedades con causas psíquicas, es decir, causalidad psíquica para fenómenos físicos u orgánicos. De ahí a que hoy haya toda una rama de la medicina llamada psicosomática, enfermedades orgánicas con causas psíquicas.

En los inicios del siglo XX Freud comenzó a estudiar esa causalidad psíquica que lo lleva a descubrir su gran objeto de investigación, el cual denomina inconsciente.

El profesor considera oportuno hablar sobre el significado de la clínica en esa época, el término viene del griego kliné (recostarse), por lo que la clínica era la medicina que se construía al lado del paciente. Aconseja la lectura del libro «El nacimiento de la clínica» de Michel Foucault,  porque allí el autor plantea que la clínica nace a partir del ejercicio de la mirada, incluso hoy, en una consulta de 15 minutos un  médico indica al paciente que se recueste en la camilla y empieza a examinar su cuerpo, la presión, la talla y si es necesario toca y observa su cuerpo.

Freud fue formado en esa clínica, pero él se dio cuenta de que si además de observar a las mujeres, las escuchaba algo surgía, todo empezó cuando una de sus pacientes le pidió que, sin acudir a otros métodos como el hipnotismo, la escuchara, que no la interrumpiera, que la dejara hablar libremente, sacar todo lo que tenía dentro y cuando lo hizo vio que las pacientes se aliviaban “como por arte de magia”, a partir de allí fue que empezaron a implementar el método catártico (descargar todo lo que se tiene dentro, limpieza, purificación).

No obstante Freud, gracias a su formación científica, no estaba muy convencido con que se tratara de magia el alivio de sus pacientes, estaba convencido de que la cura debía tener una razón de ser por lo que inició una investigación teniendo en cuenta los temas que hablaban las personas mayores, que eran las que mayormente acudían al consultorio. Y se encontró con que eran temas que desde siempre hasta hoy agobian a los seres humanos, como: el amor, la familia, la muerte, el sexo, la locura; lo que Michel Foucault llama las experiencias límites del ser.

Lo anterior puso a Freud en aprietos, porque debido a su formación tan científica no estaba muy relacionado con las experiencias límites del ser, entonces no tenía un tratamiento para enfermedades causadas por amor o por depresión, teniendo en cuenta que hace cien años no contábamos con la farmacología de hoy en día que parece tener una pastillita para todo mal. Fue en esa circunstancia que Freud acudió a estudios en lo que hoy conocemos como ciencias humanas y literatura lo que le sirvió de complemento para inventar un nuevo método para el tratamiento de enfermedades nerviosas de causas no orgánicas al que llamó psicoanálisis. Y empieza escribir obras propiamente psicoanalíticas, como «La interpretación de los sueños» y los «Tres ensayos de teoría sexual».

El profesor Mario Elkin Ramírez pasa a la época entre 1915-1917, que fue cuando Freud escribió las conferencias; en ese tiempo Europa  atravesaba por la sangrienta y primera guerra mundial, Freud ya era un hombre mayor por lo que no fue reclutado para la guerra pero sus discípulos sí, ellos se convirtieron en médicos de guerra y de ese hecho surgió un análisis llamado psicoanalistas en el frente de batalla porque no sólo se enfrentaban a cirugías y curaciones sino también a una nueva enfermedad que surgió durante la guerra llamada neurosis de guerra, que hacía que los soldados se enfermaran. Pero una vez más, los psiquiatras de pensaban que se trataba de simulaciones de los soldados por cobardía y la trataban con métodos disciplinarios bastante fuertes. Por otro lado, los alumnos de Freud, propusieron el psicoanálisis de guerra, que era un tratamiento más humanitario de acuerdo a cada caso.

Mientras tanto, casi a los 50 años y con la ayuda de algunas influencias políticas, Freud fue llamado a la universidad para desempeñarse como profesor, no fue posible a una más temprana edad debido a la terrible discriminación característica de la época hacia los judíos. En 1915 fue invitado a la Universidad de Viena donde reunieron a un público formado por médicos y legos de ambos sexos para que el fuera y dictara las conferencias, una vez terminaba con su labor hacía una reconstrucción de lo que había dicho y sistematizaba la información.

En ese momento de la clase una compañera pregunta que si al momento de reconstruir las conferencias Freud incluía las apreciaciones del público para quien hablaba, a lo que el profesor responde  Freud fue muy sabio y anticipaba en sus conferencias las objeciones y posibles preguntas  e intervenciones que podría hacer un público de médicos y de legos.

Posteriormente, concluye  la clase diciendo que de ahí surgen las «Conferencias de introducción al psicoanálisis» que fue el texto más vendido, y más conocido de Freud, pero que en las próximas clases descubriremos si es la mejor leída y la que abarca de mejor forma la temática.

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