SEMINARIO DE CONCEPTOS I: EL INCONSCIENTE
PROFESOR: MARIO ELKIN RAMÍREZ
ESTUDIANTE: Héctor Mauricio Arroyave
FECHA DE LA CLASE: 10 DE FEBRERO 2017
El profesor Mario Elkin Ramírez posterior a una presentación biográfica de Sigmund Freud (Sigmund Freud Arqueólogo de la mente ,http://marioelkin.com/videos-por-autor/sigmund-freud-documentos-videos-entrevistas-biografias/ ) presenta el libro de Jacques-Alain Miller, Cinco conferencias caraqueñas sobre Lacan y se centra en la Conferencia # 3, elementos de epistemología, en los apartados el sujeto del inconsciente y la lógica del inconsciente, con el objetivo de establecer una distinción entre el sujeto de la ciencia y el sujeto del inconsciente.
En dicha lectura, se explica cómo Miller evoca el cuestionamiento que hace Lacan sobre el Cogito Cartesiano “Pienso, Luego Existo”. Introduciendo preguntas fundamentales realizadas en la principal obra escrita de Rene Descartes –El discurso del Método y planteando desde allí cuestionamientos fundamentales sobre el ser, tales como ¿qué es vedad? Y la pregunta por el conocimiento.
Se realiza para la clase, por parte del profesor, una reflexión acerca de la concepción que tenía Descartes del sujeto, en la cual la esfera temporal lo situaba como un punto evanescente de lo que se es y se piensa ¿Por cuánto tiempo se puede decir que se es? Descartes cuestiona la ciencia misma en su operación de dudar de todo.
Posterior a esto, el profesor Mario Elkin señala la referencia al seminario 14, La Lógica del Fantasma de Jacques Lacan, en donde se reflexiona acerca de la operación de vaciamiento de saberes que permite a Descartes llegar al Cogito Ergo Sum.
Operación de evidencia correspondiente a un vaciado del sujeto, en dónde se resalta para la clase como la operación que Descartes propone en su búsqueda del saber es de sustracción en lugar de adición. Desde este punto Descartes realiza una afirmación sobre el ser: no se puede dudar que se está pensando y se cuestiona sí ¿siempre estamos pensando? ¿Somos cuando no pensamos?
Se expone entonces por parte del profesor la explicación que da Jacques Alain Miller, en la cual “el sujeto del pensamiento no es una sustancia orgánica sino un sujeto que tiene la certeza de ser mientras piensa”. Allí el sujeto se encuentra desustancializado, pues al no ser el alma aparece únicamente en el instante del pensar, al no ser el organismo emerge desamarrado de todas las adherencias naturales (edad, partes del cuerpo, etc…).
Para una mejor comprensión, Mario Elkin Ramírez pone como ejemplo a un científico, el cual es un sujeto de la ciencia cuando articula significantes, explicando que el pensamiento hace un sujeto, cuando éste piensa. Es así como estructuralmente el agente del discurso de la ciencia pone en acción un significante en relación a otro conjunto de significantes, pero implícitamente éste es despojándolo de su dimensión personal pues lo que cuenta son la serie de significantes que le entrega a dicho discurso.
El producto de esta operación son letras, ecuaciones, que no pueden ser catalogadas como un lenguaje y (en este punto hace énfasis el profesor) por no ser palabras no están capturadas en la sustitución de sentido en la cual se encuentran la metáfora y la metonimia.
El profesor resalta el hecho de que aunque estas letras se encuentren separadas de toda significación, TIENEN EFECTO.
Es por eso que un sujeto de la ciencia como Einstein existe cuando articula un significante articulado E=mc2. De esta manera y sin ambigüedad la ciencia comienza a matematizar el mundo prescindiendo de las sustituciones metafóricas y metonímicas y reemplazándolas por formulas leyes y principios.
Se expone a la clase como por primera vez en la historia el hombre se afirma de su pensar por sí mismo (y la soledad que esto implica), como Descartes sitúa Dios como el garante perfecto y por ende, desde allí los postulados de una criatura de Dios tienen validez (en este punto el profesor resalta la importancia de notar la atribución que se hace a un Supuesto Saber). Entonces desde allí paradójicamente surge Dios como garante de la ciencia aunque muchos científicos lo olviden posteriormente. De esta manera la física tiene como fundamento la metafísica.
Después de aclarar históricamente la posición en la cual la ciencia había delegado para el sujeto y como preámbulo para entender mejor a lo que se va a referir, el profesor continúa la referencia del libro con el apartado siguiente que corresponde al Sujeto del Inconsciente.
Se hace hincapié en recordar que Freud no era religioso, sino un científico positivista formado a su vez por científicos que tenían como objetivo transformar lo metafísico en fuerzas físico químicas; desde este punto se le expone a la clase el interés que Freud tenía de transformar la metafísica en metapsicología y su aspiración a que el psicoanálisis se convirtiera en una ciencia.
Se le recuerda a los estudiantes que el sujeto del inconsciente Freudiano es el sujeto de la ciencia, el cual en su emerger mismo es rechazado del discurso científico. La ciencia exige objetividad y necesita por tanto un sujeto que a su vez es rechazado para que tenga validez lo que ha dicho.
Mario Elkin subraya el hecho de que Freud va más allá de este discurso al considerar importante todo aquello que la ciencia rechaza en su intento de borrar al sujeto, observando cuidadosamente las emergencias del inconsciente en lapsus, equívocos, chistes, sueños, síntomas, los cuales no se encuentran ubicados en un lugar específico del organismo pero a su vez TIENEN EFECTOS.
Se realiza entonces, la reflexión de la importancia que tomo para la ciencia de incluir el sujeto de observación frente a un discurso que se limitaba a lo descriptivo desde la despersonalización.
El profesor demuestra como Freud se ocupa de lo que la ciencia rechaza (lo insignificante, el resto, los retornos) o lo que la ciencia forcluye dejando la reflexión del término Forclusión que Lacan introducirá posteriormente “hay un sujeto de la ciencia, pero al mismo tiempo la ciencia forcluye al sujeto”.
Es allí donde el psicoanálisis se diferencia radicalmente de otros métodos pues escucha al sujeto que habla, sin exigirle ascesis contemplativas, discursos previos, conocimientos, lógica, vergüenza, pudor… aquí Mario Elkin recuerda el caso de Ana O. en el cual al ser escuchada le demandaba a Freud “déjeme hablar sin interrumpirme”
De esta manera se finaliza la clase dejando en claro que un psicoanalista es un garante pero no de la ciencia, sino garante causa del inconsciente, o de eso que el sujeto entrega en desorden desde la materialidad de las palabras y se le devuelve.
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