Curso: lo trágico en la adolescencia
Profesor: Mario Elkin Ramírez
Protocolo del Jueves 9 de julio de 2015
Realizado por José Daniel Restrepo
La clase da comienzo con la lectura del parágrafo sobre el problema la excitación sexual. El profesor pasa a decir que “Lo interesante a partir de la conexión vista en la clase anterior es el anudamiento del cuerpo y la función alucinatoria, lo interesante es como hay una conexión neuronal entre el estímulo de los productos genésicos con la conciencia”.
El profesor comienza a contarnos como Freud hizo propia una idea antigua bastante difundida remontada al antiguo debate de la conexión existente entre el alma y el cuerpo.
Nos dice que Descartes llega al Cogito (pensar) que es su famoso postulado de “pienso, luego existo”. Llego a la certeza de su ser al verificar que pensaba, llego a la conclusión de que yo soy yo porque pienso, no porque un dios me creo. Para esta época había una concepción dominante religiosa, entonces afirmarse sin dios es algo tan revolucionario que a partir de ahí nació la ciencia.
Luego de esta breve explicación se prosiguió a leer la relatoría de la clase anterior. Esta no había sido leída aun puesto que el compañero encargado de ello no había llegado.
Posterior a la lectura de la relatoría se prosiguió con la clase, retomando la parte sobre la conexión del cuerpo y el alma, se dijo como desde la metafísica Rene Descartes se pregunta por la conexión alma-cuerpo, y que en base a esto saca la teoría de que en la medula espinal hay un órgano que los conecta. “por ahí fue que después los neurólogos trabajaron y fundaron las teorías de la mente que ponen en conexión el cerebro, el sistema nervioso, las neuronas, etc. Con sensaciones”. Freud critica esta descripción, pero le llama la atención que la acumulación orgánica, la estimulación de paredes tiene por efecto estimular un centro espinal, el estado de este es percibido “por un centro superior engendrándose así para la conciencia, la conocida sensación de tención”. Es decir liga la conciencia al cuerpo.
Más adelante se refuta la teoría anterior ya que Freud la metamorfosis de que habla no es del organismo, toma esto para conectarlo con la metamorfosis de la pubertad, que es una metamorfosis psíquica, que es la que nos interesa.
Se nos da cuenta de que la sexualidad que se enseña en los colegios es meramente anatómica, se habla de los organismos. Ahora Freud no conecta con la moralidad las cosas como lo haría un profesor de colegio, sino con la conciencia. Para Rene Descartes la ciencia contemporánea reduce el sujeto a la conciencia. Es la concepción que predomina, que somos sujetos racionales. El sujeto es consiente y racional, pero para Freud es diferente, el sujeto que sufre una metamorfosis psíquica es diferente a lo consciente y lo racional, si el sujeto fuera racional y consciente las campañas de prevención de enfermedades o embarazos serian siempre exitosas. Para el adolescente en caso contrario una campaña de prevención se convierte en una de promoción, esto pone en cuestión el fundamento de que son seres racionales y conscientes.
Se pasa a mostrar que no solo somos sujetos racionales y conscientes, que un lapsus no es solo una equivocación, sino la manifestación de algo que habla en el sujeto más allá de su conciencia y racionalidad, es decir somos hablados. Hay un sentido en la palabra que se dijo, “te traiciono el subconsciente” es lo que la gente diría, esto quiere decir que no somos una unidad, ni un individuo en el sentido de indivisible, por lo menos hay una división entre lo consiente y lo inconsciente, que es lo que nos lleva a decir cosas que se tratan de evitar.
La tragedia adolescente no es solo hormonal, sino del sentido, y el sentido supone conciencia, el inconsciente, supone un psiquismo entramado en el lenguaje, hay una pérdida de sentido en la adolescencia. Se pone Melchor de la pieza teatral como ejemplo, cuando dice que en algún momento fue ateo.
Freud pone en cuestión la teoría de la conexión anatómica con los centros y el contacto que luego pone en marcha el acto sexual. A partir del autor Krafft Ebing quien hablo de la sexualidad en tono científico (hasta este entonces eran los literatos los que hablaban sobre ella). Freud lo cita al objetar que para esta actividad genésica no se toman en cuenta a tres situaciones, que son las de los niños, las mujeres y los barones castrados, ya que en ninguno de ellos se presenta la acumulación de sustancias genésicas, y así desvirtúa la teoría de que es por la acumulación hormonal y de sustancias por lo que se da la excitación.
Posterior a esto se nos cuenta de donde vienen los castrato para reproducir la voz de los ángeles y estos no tienen sexo. Se nos da a conocer como los castrados a pesar de no generar sustancias genésicas si tenían erecciones, lo que demuestra que la tensión sexual sigue estando a pesar de no haber acumulación de líquidos.
Posterior a esto se pensaba pasar a tratar el subcapítulo tres que trata sobre la teoría de la libido. Para este punto había un expositor, pero este no asistió a la clase.
Se prosiguió hablando de que Freud piensa que las reglas culturales de abstinencia y planificación que se daban a partir de prácticas muy rudimentarias, podían instaurar en el sujeto una profunda insatisfacción que derivaba en la neurosis.
Freud pensaba que había Psiconeurosis y neurastenias o neurosis actuales. Al imponer la abstemia se llevaba a salir de esto por la masturbación que era lo que tenían literalmente más a la mano. Esto terminaba en culpa, en sentimientos religiosos de impureza, de pecado, pone de ejemplo la pagina 40 de la pieza teatral, esta es leída por un compañero de clase, en ella el joven fantasea con imágenes de pinturas clásicas, aquí aparece lo importante de la dimensión genésica, se demuestra conexión cuerpo-psiquismo pero no soñando, no en la vida onírica sino con fantasías despiertas a partir dela visión de unas láminas.
El autor realiza una descripción poética, romántica, sobre la masturbación del joven, no hay morbosidad ni términos pesados, ahí encontramos adolescente exaltados por el amor el objeto es una lámina que representa una mujer. Este también con sutileza muestra la conexión del acto masturbatorio con la fantasía de esas mujeres, con su cuerpo. Hasta ahí el adolescente está en un idilio similar a cuando Freud nos dice se sueña de manera alucinatoria teniendo el acto sexual, pero aparece la consecuencia, la dimensión trágica que acompaña este acto. Al decir el adolescente en el relato que es un asesino, que ha pecado esas nociones nos llevan a ver la culpa del acto. El despertar libidinal pone al sujeto contra si mismo, por esto lo lleva a compararse con barba azul.
Se dilucido todo lo que había implícito dentro de la parte que muestra la culpa en el texto leído por parte del compañero anteriormente.
Se analiza una parte de la obra y se muestra cómo influye la cultura en que se ha vivido en esto, incluso hoy en día hay una carga moral tan pesada que se puede llegar a creer que el masturbador pierde brillo, es falto de energía, se muestra como aun hoy se ve de forma mala a estos. También se nos muestra como el joven siente que está pecando en la frase, “no mueres por tus pecados sino por los míos”, esto no se pone en conexión solo con tensión y placer sino también con la sensación de “pecado, culpa, angustia, aplastamiento psíquico y esos son unos de los elementos fundamentales de la tragedia adolescente”.
Siguiente clase:
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