Frente a los avatares que apuntan a la desestabilización de instituciones que aseguraban un cierto sentido a la regencia del bienestar (iglesia y sistemas económicos, por ejemplo), se hace presente la evidencia del vértigo frente al vacío de discursos que alojen la subjetividad.
En 1927 Freud publica «El porvenir de una ilusión» para dar constancia del papel de las instancias y más precisamente la iglesia, en la promesa de una ilusión a la que el psicoanálisis pone en cuestión.
Entonces, ¿qué felicidad hoy? Para responder a este ítem, deslizamos en el título de esta conversación el concepto Porvenir, que se presenta ahora como el verdadero interrogante. RA
tomado del sitio: icfgranada