SEMINARIO DE CONCEPTOS III: LA TRANSFERENCIA
MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN PSICOANALÍTICA, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
PROFESOR: MARIO ELKIN RAMÍREZ
ESTUDIANTE: FRANCISCO SEPÚLVEDA
Fecha: 27-09-17
Se retoman los comentarios realizados sobre la primera parte del texto “Consejos al médico para el tratamiento psicoanalítico” (Freud, 1991-1913), por medio de una relatoría. Donde se comentan ideas como; el inconsciente es la mejor memoria, y de NO perseguir, en el psicoanálisis, ningún fin científico, hasta cumplir el tratamiento.
Seguidamente se da paso a la presentación de la segunda parte del texto “Consejos al médico para el tratamiento psicoanalítico” (Freud, 1991-1913), donde se continúa proponiendo;
- Regla F, propuesta por Freud, y que tiene por relevancia; la reunión de todas las reglas que se están hablando en una sola. Una regla analítica fundamental. La importancia del propio análisis, aun sea en desarrollo, del analista. Por lo que le posibilitaría el apropiamiento de los conocimientos de sí mismo, y de lo que él mismo es, para poder empezar a trabajar en otra persona. – Esta propuesta la idea de articular un inconsciente con el otro, como un medio de comunicación directo. Sin embargo cabe la anotación que hoy día se dirá que, fundamentalmente, para que una persona se haga analista debe;
- Ir a analizarse donde otro analista.
- Supervisar su clínica.
- Participar de dispositivos de enseñanza.
- E incluso pertenecer a una escuela donde haya pase.
Se hace clave en el proceder de un analista la modestia para esperar hallazgos, de sí mismos o por fuera, pues de lo contrario no habría una capacidad para aprender de los enfermos.
Encontrarse, de igual manera, abiertos a la misma contingencia que puede presentar en el análisis.
Posteriormente Regla G: Hace referencia a la importancia de trabajar con un paciente, no desde la confianza de pares, sino bajo la noción de aparecer un poco trasparente para el analizante, en la medida del intercambio de información y ofrecimiento de respuesta a los imaginarios del paciente. Pues constituiría una resistencia al proceso (se haría una psicología de la conciencia). Se pierde la disimetría necesaria en un análisis.
Se hace la referencia a una metáfora en la cual el analista debe hacer de espejo, plano, para el analizante, en la medida que no debe hacer más que reflejo para él, devolverle su propia imagen.
En la Regla H: Existe una construcción sobre la sublimación, en la que se propone no usar la sublimación como una solución directa a los problemas a poner en un análisis. Pues no todos lo neuróticos tienen gran talento para la sublimación, y por ende, tras esta imposibilidad, tienen de la mano la enfermedad. De allí la importancia del psicoanálisis.
También hace referencia a la importancia, hoy día, de permitir nombrar, no en pocas ocasiones, al analizante sobre aquellas actividades de tipo sublimatorias o del orden del deseo, desde lo singular, de la invención propia. Y en determinado momento alentarlas a su realización. En este sentido se debe seguir esa invención con la que el sujeto ya viene, está ahí. Incluso, en el uno a uno, queda la posibilidad de lograr una invención en análisis.
Se pregunta entonces dentro de que límite se debe reclamar la colaboración intelectual del analizado en el tratamiento. Aclarando la poca importancia de enviar a leer sobre la disciplina o sus escritos, a sus propios pacientes. Pues para Freud el mayor aprendizaje del psicoanálisis se da en el mismo análisis. “Se logra más estando en análisis que yendo a libros y conferencias” – “es aprender en el libro de su propio inconsciente.”
Lo que marca una diferencia entre el saber textual y el saber mismo del inconsciente.
Existe, por ende, un “arte” de escaparse a lo intelectual, conformándose en una resistencia a la apertura del mismo inconsciente en el proceso analítico. Entonces se propone que la posición del analista frente al saber no es ni encarnarlo, ni creérselo.
En el tercer momento de la jornada estuvo la presentación del Docente Mario Elkin Ramírez, sobre – la lectura de “El Banquete” (Platón, 1871). (Punto preciso donde termina la intervención de Pausanías). Y el desarrollo del dialogo en el cual, quien continuaba en el turno era Aristófanes, que al verse impedido por sobrevenirle Hipo, le dice al médico Erixímaco.
Esto para desarrollar lo entramado en la anécdota, nombrada desde el comienzo, en el sentido del hipo que le produce a Aristófanes, y su relación con la transferencia.
En este párrafo de Platón, se alcanza a verificar un par de cosas:
- En primer lugar que en español alcanza a traducirse un poco el juego de palabras (ironía), al decir “Y habiendo hecho una pausa, pausanías”, juego de palabras con su nombre, en términos isofónicos (que tiene el mismo sonido). Siendo interesante un juego con el sonido, no con el sentido.
- Y en segundo lugar se encuentra enmarcado en el contexto del dialogo del Banquete, el cual es una festividad, un simposio donde se comparte. Acompañado de la respuesta de Aristodemo en tomar el lugar del dialogo (encuadrado a su vez, en la lógica de la disciplina que tiene el saber, y tomándose este saber desde la medicina, como el que maneja la techne). Pero a su vez emitir una respuesta a Erixímaco, en forma de ironía, ya que la respuesta, al tratamiento que le propone con el hipo es la solución pero a su inversa.
Se resalta que el detalle del hipo, y la situación entre estos dos personajes, es tomado como intrascendente. Sin embargo en lo intrascendente es donde, para los psicoanalistas, que se esconden los detalles.
De este detalle, y a partir de las múltiples enunciaciones que se han hecho, se resaltan las principales:
- Que se trata de una venganza de Platón ridiculizando a Aristófanes, quien se había burlado, en momentos anteriores, de Sócrates en la referencia a la vivir en las nubes.
- Para varios intérpretes, la función que tiene cabida a este incidente es posponer el advenimiento del dialogo de Aristófanes, y alterar así el orden dialéctico de los discursos. Pues parece haber similitud, en el orden originalmente establecido, entre los discursos de Fedro – Agatón, Pausanías – Erixímaco.
- O bien para hacer seguir el discurso del poeta trágico por el del cómico.
- E incluso para conseguir con los cuatros discursos, una unidad armónica en la que el discurso de Fedro representaría la unidad, el de Pausanías la dualidad, y el de Aristófanes cerrando en conjunto tríadico. Estos mismos autores se fijan en que el mismo nombre de Erixímaco denomina la idea del hombre que combate el eructo. Resaltándose el juego Homofónico que se hace con los nombres de los personajes (Pausanías, el blando – Arístodemo, Erixímaco combatiendo el eructo).
Continúa el relato con la valoración que Pausanías no concluye adecuadamente el relato sobre el amor. Pues su discurso inicia con la desautorización de los que le preceden, armando su discurso a partir de dualidades. Y que Lacan se propone llevar a término.
Se resalta la noción de competitividad que está incluida en el relato de todo el dialogo, algo que se atribuye al contexto griego de la época.
Se hace necesario en este término de ideas, darle lugar a la pregunta que también tiene Lacan, sobre el lugar de la medicina en Platón, a propósito del discurso de Erixímaco. Pues es importante observar las referencias constantes a la medicina por parte de Sócrates al referirse al arte técnico. Incluso en este dialogo cuando se le hace alusión a dar un discurso para hacer honor al arte de la medicina, homenajearla.
Por tanto el comentario de Lacan está en la vía de mostrar la fórmula que hace evidencia en Erixímaco, al dar un bello inicio, haber dado el impulso en el discurso, en referencia a la medicina, pero no haber podido terminar brillantemente, es decir, para Lacan este discurso sí termina mal. Pero así mismo capta algo en el orden del sonido de las palabras (haciendo referencia a los nombres y las cosas, como Pausanías, – pausa, etc.)
Paso seguido pone una crítica al proponer que la medicina siempre se ha creído científica. En tanto se le hace elogio en los discurso de Erixímaco. De entrada Erixímaco, hablando como médico, introduce la noción de un cuerpo sano, como opuesto al cuerpo enfermo, resultando en términos de igual; la armonía a lo sano, y la enfermedad será lo anómalo (opuesto patología a lo normal).
Él toma la noción de lo sano de un dominio intuitivo. Pues la orientación, para ese momento, no estaba en la posibilidad que hay hoy día, de orientarse por medio de los procedimientos médicos como; los escáneres, exámenes de sangre, pruebas, radiografías, etc. Eso es lo que hace, para la época actual, precisamente el fundamento científico de la medicina (basada en la evidencia).
Lacan, haciendo referencia a todo lo que se pone en juego en el dialogo del Banquete; en tanto intercambio de elogios, respuestas irónicas, chistes, etc. Y que a su vez se le llama erótica, ubica la definición del psicoanálisis en este concepto; “Es una erótica” pues la erótica es la transferencia misma. (Una cura por el amor).
“Nosotros encontramos inmediatamente una fórmula que no puedo más que fijarlo sobre la página. No es que ella nos libre gran cosa, pero debe de todas maneras ser para los analistas el objeto de un interés al pasar por ella”
Se ubica, así, lo profesional en aquella posición de combatir lo contrario, para lograr que en el fondo, la armonía. De ser capaz de hacer amigos, entre sí, a los elementos más enemigos existentes en el cuerpo. Y de que se amen unos a otros. Por tanto, lo que se tiende es a una armonía – a un acuerdo entre los contrarios.
Finalmente nos preguntamos por lo que quiere decir Platón, cuando hace en el Banquete, suceder el orden del dialogo establecido. Y por lo que se puede pensar la posibilidad una especie de obra cómica, si se trata del amor. Algo poco inusual en un personaje como Platón (pues por lo general es un sujeto preocupado por la trascendencia, la solemnidad, algo apolíneo, etc.).