Curso: Memoria, Sujeto y Conflicto

Profesor: Mario Elkin Ramírez

Estudiante: Lina Marcela Zapata Álvarez

Fecha de la clase: 2 de Agosto de 2016

Este curso desde la teoría psicoanalítica, retoma aportes indispensables de Sigmund Freud, médico neurólogo del siglo XX, quien materializó la construcción y delimitación del aparato psíquico a partir de la escucha de sus pacientes. La pretensión del padre del psicoanálisis no era hablar con los paciente sino escuchar y posteriormente analizar el sufrimiento psíquico que padecían, como médico experto en “enfermedades nerviosas”, en sus consultas recibía principalmente a judías burguesas de Viena, mujeres con la necesidad de ser escuchada en temas de amor, sexualidad, muerte y locura y los sentimientos de dolor que estos sucesos les generaban. Una paciente que sobresale en los estudios de Freud, llamada Ana O. quien en realidad era Bertha Pappenheim, fundadora del Trabajo Social en Alemania, al inicio de las consultas es clara, desea hablar libremente sin preguntas, ni interrupciones, pide al médico en palabras de la época: “déjeme deshollinar la chimenea”.

Lo anterior implicó para Freud ceder en su formación científica positivista, caracterizada por la neutralidad y actuar desde una corriente humanística con la disposición de aprender de sus pacientes desde la subjetividad, desmintiendo la ilusión que la comunicación es generada únicamente desde la racionalidad. Al analizar el discurso de sus pacientes se percata de tres escenas en que se divide el psiquismo, la primera de ellas es la conciencia que no abarca la totalidad de los recuerdos, pues es estrecha y medida; continua el preconsciente o antes de la conciencia, que son los recuerdos voluntarios o disponibles, al preguntar por los recuerdos de las niñez los pacientes no recordaban inmediatamente los sucesos, implicando un esfuerzo de evocación al pasado.

En esta misma línea, Freud descubre que no solamente hay manifestación de la conciencia mediante la percepción o la comunicación sino también a través de los recuerdos, es de allí donde se pregunta por la importancia de los sueños en el psiquismo de los humanos, inquietado por el alto rango de horas que son invertidas en dormir, nombrando el inconsciente como las situaciones o hechos que no se recuerdan fácilmente pero se exteriorizan en algunos casos mediante los sueños. Freud recopila esta teoría en el libro “La interpretación de los sueños” un estudio del sueño como recuerdo u olvido en función de la memoria. El  psiquiatra y médico francés Lacan, afirma que la palabra inconsciente en alemán es desafortunada, ya que su primera sílaba es negativa y puede desmeritar aquello que no es consciente.

Luego se continúa con un momento crucial, la explicación de los tres conceptos que componen el curso: Memoria, sujeto y conflicto. El primer concepto, sujeto, parte de la pregunta ¿de quién es el aparato psíquico? interrogante que ha generado discusiones desde la académica, por la concepción actual que se tiene de considerar al sujeto meramente desde la conciencia y la racionalidad, contrario a Freud, que afirma que el hombre tiene una parte inconsciente e irracional que lo compone. Retomando lo explicado anteriormente está dividido: en conciencia, preconsciencia e inconsciencia, términos desde donde se analiza la memoria, segundo concepto del curso.

Lacan lector de Freud, contemporáneo de finales del siglo XX replantea el psicoanálisis, afirma que el sujeto del inconsciente es un ser dividido, un “sujeto sujetado por el inconsciente”. Por esa misma época otros académicos plantearon que el sujeto es “atrapado” por el lenguaje, (Saussure) ya que la teoría de emisor, receptor y mensaje es apenas un fragmento; el lenguaje sobrepasa las posibilidades humanas al anteceder el nacimiento y permanecer aun después de la muerte hasta ser olvidados, las comunidades han inventado herramientas desde la escritura y la oralidad para perpetuar el recuerdo de los otros ya no presentes, tema también a tratar en el curso. El profesor ejemplifica mediante la elección de los padres en el nombre de sus hijos, con un trasfondo en los símbolos y significantes. Otras teorías han girado en torno al “sujeto sujetado por la economía o estructura” planteado desde los estudios de Marx ya sea en un modelo capitalista, socialista o esclavista.

Se continúa con el concepto de conflicto, no solo entendiendo desde los ámbitos sociales o el conflicto armado, sino desde un panorama psicoanalítico, con una dimensión del conflicto psíquico representado en los dilemas o trilemas, como varias elecciones que generan duda. El conflicto psíquico son elementos rechazados por la conciencia, desde el inconsciente una aspiración a volver, mediante choque de fuerzas que pueden ser representados en sueños, lapsus, síntomas u olvidos, a veces entre instancias, intereses, pulsiones o valores.

Finalmente, lo tratado en esta clase da las primeras bases para ir realizando un paralelo entre el sujeto social y el sujeto del inconsciente, el conflicto social y el conflicto psíquico, entre la memoria social, de la que se hablará en otra sección y la memoria, más que individual subjetiva.

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