CURSO: ADOLESCENCIA Y CRIMEN

PROFESOR: MARIO ELKIN RAMIREZ

ESTUDIANTE: JUAN FELIPE ZULUAGA MALAGÓN

FECHA DE LA CLASE: 15 DE FEBRERO DE 2016

El psicoanálisis atravesó e influenció varias facetas de la vida social de comienzos del siglo XX, entre ellas a una vertiente de pedagogía originada en Austria. Además de darle un fundamento médico, físico y psíquico a las alteraciones de la mente agazapadas en la rutina de la conducta de los individuos, también le dio más sustento científico a la relativamente nueva categoría social que se inscribía entre la infancia y la adultez: la adolescencia.

En la Viena de finales del siglo XIX confluía un crecimiento urbano intenso y a la par un fenómeno relacionado a este crecimiento demográfico, que era la tendencia de estos sujetos adolescentes a formar grupos de pares. Esto generó un temor al incremento de la delincuencia, teniendo en cuenta que varios de estos jóvenes habían sido abandonados por sus progenitores o tutores.

A partir de este contexto, el pedagogo August Aichhorn se acercó a la terapia psicoanalítica y la vinculó a las necesidades de su labor como director de instituciones de jóvenes abandonados y su posterior cargo en un reformatorio. Escribió Juventud desamparada, que fue prologado por Sigmund Freud. Esto, cabe señalar, con fines predominantemente explicativos y evitando la idea de compasión cristiana. Era el descubrimiento del riesgo en la adolescencia lo que convertía a esta etapa en un objeto problematizador de esta nueva disciplina científica, y lo que seguía confiriéndole  —además de los aspectos médicos, físicos y psíquicos— un sentido social.

La adolescencia es un despertar de las pulsiones, algunas de ellas agresivas tanto por su origen como por su desarrollo, como por su naturaleza. La sexualidad, que en la infancia era autoerótica  y anárquica (según el término utilizado por Freud en sus Tres ensayos sobre una teoría sexual, en su capítulo Metamorfosis) se ve impulsada al régimen de los genitales, dándoles a estos un carácter de medio preponderante del placer erótico.

Es así como también el objeto sexual se expande de partes del propio cuerpo al cuerpo de los otros, cambiándose el enfoque sexual radicalmente. Dentro de este proceso se suceden cambios físicos, intelectuales y psíquicos que irrumpen en la vida del individuo como una pérdida paulatina de costumbres y adquisición de otras, transformaciones emocionales y una tensión sexual que en la edad infantil no existía. Esta tensión sexual tiende (tanto en hombres como en mujeres, como explicó Freud) a la descarga de sustancias genésicas. Todo esto implica también la emergencia de un placer previo, que según Freud, no tiene la misma naturaleza del placer derivado de la descarga de sustancias genésicas y está relacionado con la estimulación de las zonas erógenas, que existían parcialmente en la edad infantil, pero que en la pubertad se potencializa hasta su última instancia. Ante este placer previo, Freud advierte el peligro que conlleva este tipo de prácticas, pues al estar sólo conectadas con el placer de la descarga de sustancias sexuales en la meta sexual que representa el coito, puede provocar perversiones.

Paralelamente se tocó el tema de la terapia del psicoanálisis, en la relación que se va construyendo entre el paciente y el psicoanalista. Las necesidades científicas del profesional entran en lo más íntimo de la subjetividad del otro, produciéndose una transferencia de sentimientos del paciente al psicoanalista, quien ha usado una herramienta inusitada para la defensa de la intimidad del otro: lo ha oído atentamente. Esto provoca una alteración en la visión que emotivamente tendrá el psicoanalizado del psicoanalista, prestándose para descargas emocionales extremas al profesional, de odio o de amor. Esto podría vincularse con la representación del padre, la autoridad que cobija y escucha, atiende las necesidades y no es perturbado por nada, interno o externo a él. Ante esta posibilidad, Freud mantuvo la ética profesional, aunque sin ignorar las posibilidades explicativas y transformadoras que tenía tal manipulación emocional para lograr que el sujeto pudiera reconocerse afectivamente en su inconsciente.

Luego de cerrar ese paréntesis, se profundizó en esa relación entre el estudio del adolescente y el psicoanálisis. Esta disciplina científica dilucida, entre otras cosas, las complejas transformaciones en las dimensiones psíquicas y sexuales de los individuos, que son arrastrados por estos cambios durante toda su existencia. Al ponerle énfasis a la adolescencia, se puede interpretar que, además de los aspectos físicos, mentales y sexuales que van moviéndose o trastocándose de lugar, también se puede comprender el relacionar del sujeto con su entorno social mientras vive estas contingencias mencionadas.

Al ser una etiqueta cultural y finalmente social, la adolescencia representa en la mente de cualquier ser humano una imagen, basada en el recuerdo y en las relaciones que tiene con los que están transitando esta etapa. Representa en quien la ve como espectador rebeldía, desprendimiento, amenaza, construcción de la mayoría de edad, felicidad inusitada y noción de cambio de épocas. En el adolescente la experiencia es tan traumática como la experiencia inaugural que se requiere para venir al mundo. Se desarman los esquemas mentales acerca de los valores que le han inculcado, caen las figuras idealizadas de los adultos que lo criaron y se busca autonomía. De alguna forma, se desmadeja un tipo de alienación infantil sobre la omnipotencia del padre o la madre, la relación con el mundo que lo rodea y su posición en él. En importante señalar que esta alienación, además de ser diferente a lo que entendemos como manipulación ideológica desde la teoría del materialismo histórico, es un estado permanente de la mente, que si bien se va transformando, tiende a buscar el amparo de un protector externo. Esto es una alienación fundante la que mantenemos desde la infancia, pasando por la niñez y terminando en la pubertad, donde el adolescente se separa de ella para transformarla en una búsqueda de autonomía inconclusa.

grey

grey [hr]



[hr]

¿Te pareció útil este artículo? compártelo asi otros también pueden aprovecharlo
0

Dejar un comentario

Simple Share Buttons