Profesor: Mario Elkin Ramírez
Estudiante: Sandra Milena Ospina Valencia

Texto: Recordar, repetir, elaborar

Este texto ofrece la entrada directa al concepto de repetición y su articulación en la transferencia, en donde la repetición, el acto y el recuerdo están íntimamente ligados. En el caso de Lévi Strauss se evoca la oposición entre el mito y el rito, en donde todo se reduce al mito, el mito como relato, como lente de aumento sobre la forma en que el hombre ha pensado siempre, y para él el mito como para Freud  los sueños para son “la vía regia” hacia lo inconsciente.
Pero hasta dónde el mito, el recuerdo, o la memoria, elementos que se ponen en escena el en texto de Freud, ya que plantea que existe un limite al significante, límite que es como ese ombligo del sueño donde ya no es posible llegar aunque se trate de la manera más exhaustiva, pues en  la causa primera a  su representación  hay un entramado, una lógica. Es precisamente en ese entramado lógico del que relata, el analizante, que de todo lo que ha dicho al analista se pueda construir una hipótesis de cuál es el recuerdo que le falta,  no como una invención sino como una reconstrucción a través del entramado simbólico, a partir de los indicios que ha dado al hablar.
Cuando se habla de una reconstrucción del analista es  porque en el relato el analizante llega a un límite ya que no todo es mito, no todo es relato, y no todo se representa, no solo porque no hay recuerdos que no hayan pasado a la conciencia, como en el caso del deja vu, lo que corresponde a un recuerdo inconsciente que nunca paso por la conciencia, como puede ocurrir con un sonido que se abstrae cuando se esta concentrado en un interlocutor pero la conciencia capta otras cosas y como acto selectivo recuerda lo que es de su interés, el resto de esa captación se reprimió, ya que el cotidiano sería un insoportable de todo lo que puede ser captado respecto al volumen, la abundante información, todo al tiempo haría imposible el pensar, por lo que la conciencia  selecciona y articula.
Ahora, si todo no se recuerda, si no todo es significante, si no todo tiene sentido, la dimensión real aparece en la Transferencia en los actos porque lo que no se habla se actúa, lo que no se recuerda se repite precisamente porque no se ha elaborado pues el pasado es diferente a la historia, el primero remite a una serie eventos,  pero la historia le da un ordenamiento a los acontecimientos que posibilitan las lógicas de tales acontecimientos, la historia es una especie de elaboración para posibilitar la elucidación, aclarando que viene por medio del acto como dimensión real que se pone en la transferencia, esto incluye como actúa lo que necesariamente se convierte en un asunto de cuerpo.
Ahí la repetición, aquello que no ha pasado por el mito debe ponerse en el rito por medio del acto, el rito es un acto. La vida cotidiana esta hecha de ritos, la secularidad de lo cotidiano,  ya que está entramado en una dimensión de sentido, el rito como escenificación del mito de lo que no siempre se sabe, con imágenes que son elegidas ante todo por su “eficacia simbólica”, su capacidad de expresar metafóricamente,  de codificar un conjunto determinado de problemas.
Por tanto, la transferencia no se escapa de la ritualizacion, la enfermedad corriente se lleva a la transferencia como en el caso de los olvidos calculados en actos no en términos de sentido. Hay una dimensión de repetición no solo en las demandas en los significantes también en el acto, en el rito.
Ahora bien, para la antropología el rito tiene un sentido y una significación, en el psicoanálisis ese rito esta por fuera del sentido porque no se ha elaborado y si no se recuerda se repite.
La repetición Freudiana, Lacan la piensa en términos de automaton, producción significante se repite, pero hay una repetición distinta de esa repetición significante que es una repetición sin palabras, Freud dice que lo que se repite es la dimensión del trauma en términos de los inasimilable, no en términos de sentido.
Lo Real del trauma, lo inasimilable, se vuelva el motor de la repetición, y es precisamente porque es inasimilable que se repite y mueve a la repetición, lo que  hace que la Transferencia no sea una practica confesional pues lo que hace es cuando el analizante actúa el analista esta dispuesto a recibir la actuación representada en términos de repetición de un real sin palabras sin sentido, sin significante. Donde se inscribió sin palabras  un encuentro traumático que tiene a repetirse, lo que responde ¿Por qué si eso fue displacentero y traumático se repite? En el principio del placer se repite lo mismo (repetición significante) hay un mas allá del umbral del placer que nos  conecta con una cosa traumática que también tiende a repetirse sin palabras.
Repetición, lo que siempre vuelve al mismo lugar, lo no dialectizable, lo que no cambia, lo que no se modifica, lo que no logra asimilarse, eso que vuelve siempre al mismo lugar, es decir: lo real, que aparece desde el primer día en el análisis.
Se tiene clara la experiencia traumática, desde el significante sabe, pero hay algo que siempre me lleva al mismo lugar y eso ya tiene que ver con la dimensión del goce.
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